Nuestra visita a Harry Potter: The Exhibition

No quería que llegase el último día de la exposición sobre la que os vengo a hablar en este post sin haberos hablado de ella.

Creo que, si me conocéis o habéis leído aunque sea un poquito mi blog, sabréis que soy fan acérrima de Harry Potter y todo el mundo que lo rodea. Pues bien, si vivís en Madrid y cómo yo, sois unos fanáticos de Harry Potter, me imagino que a estas alturas ya habréis estado en Harry Potter: The Exhibition. Si aún no habéis estado, todavía estáis a tiempo ya que se ha prorrogado hasta el 2 de abril de 2018.

¿Qué vamos a encontrar si visitamos Harry Potter: The Exhibition?

Madrid es la única ciudad española dentro del tour que está recorriendo toda Europa donde se podrá ver esta fabulosa muestra. La exposición se encuentra en el Pabellón 1 del IFEMA y es una muestra itinerante de más de 1.400 metros cuadrados donde los visitantes podemos admirar en primera persona muchos de los objetos y artefactos utilizados en las películas de Harry Potter, disfrutar de muchos escenarios inspirados en la filmografía y, sobre todo, ver el increíble trabajo manual y artístico que hay detrás de cada objetos, vestuario, atrezzo o criaturas de este mundo mágico.

Además, podremos disfrutar de algunas de las localizaciones más populares en las películas: la sala común y el dormitorio de Gryffindor, el aula de Pociones, el aula de Herbología o el Bosque Prohibido. También se puede entrar en el campo de Quidditch e intentar colar una quaffle dentro de los aros del campo, así como extraer de las macetas a las “gritonas” mandrágoras o recorrer la cabaña de Hagrid y sentarte en su gigantesco sillón.

Mi opinión sobre la exposición

Debo de reconocer que en el momento en el que supe que Harry Potter: The Exhibition iba a pasar por Madrid me puse muy nerviosa. Yo, cómo muchísimas otras personas, hemos crecido leyendo Harry Potter, hemos esperado nuestra carta de Hogwarts, hemos pasado nuestra adolescencia viendo las películas de Harry Potter y ahora íbamos a estar junto a todo ese atrezzo que dio vida a ese magnífico mundo que habíamos imaginado durante nuestras lecturas. De hecho, creo que la noche de antes al día en el que fuimos dormí poco o nada jejeje

Habíamos cogido las entradas con antelación para realizar la visita el día 25 de noviembre de 2017 a las 13:30 y lo primero que nos encontramos nada más llegar era una larguísima cola para entrar… Me parecía desmesurada la cantidad de gente que había para entrar a la misma hora. Es probable que hubiera cerca de 500 personas. Una vez allí, al grupo de las 13:30 nos fueron dejando entrar muy poco a poco, en grupos de 30 o así… por lo que finalmente acabamos entrando a la exposición en sí sobre las 14:10.

Una vez dentro de la exposición, reconozco, que me lo pasé como una enana. Estaba maravillada con todas y cada una de las cosas que allí pudimos ver.

Expreso de Hogwarts

Dobby

No obstante, la pega que le pongo a la exposición es la cantidad de gente que había. Cuando cogí las entradas, al tener que elegir una fecha y hora de entrada, me esperaba que las visitas serían más livianas en cuanto a gente: que haya gente pero que te permita ver las cosas de una manera cómoda. Pero no. Si querías ver toda la exposición, tardabas mínimo 3 horas en verlo todo con detalle, cuando realmente el tiempo que se estimaba en su página web era de 1h. Por cada foto que te querías hacer con cualquiera de los elementos que se exhibían, había que esperar una cola…

Nosotras optamos por coger las entradas con audioguía y deciros al respecto que se puede prescindir totalmente de ella. No decía mucho más allá de lo que se podía leer en los innumerables carteles que había en toda la muestra.

Mapa del Merodeador

Trajes del equipo de Quidditch de Gryffindor

Cuando llegamos al final de la exposición te encuentras con La Tienda de Harry Potter. Y aquí es donde te echas las manos a la cabeza. Todo, absolutamente todo, tenía unos precios desorbitados. Entiendo que los productos originales sean caros pero allí eran extremadamente caros. Finalmente, acabé picando con una taza de Dobby por el “módico” precio de 15€.

Si me preguntases si volvería a ir a la exposición, mi respuesta sería un rotundo SI. Pero es verdad que la gestión de horarios y turnos que están haciendo los organizadores de la exposición, dejan mucho que desear; sobre todo para los que queremos disfrutar con tranquilidad de la muestra.

Escobas Mundiales de Quidditch

Golosinas del mundo mágico

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